martes, 9 de marzo de 2010

HOMENAJE A MERCEDES SOSA

 
De fuerte contenido reivindicativo, se caracterizaba por su compromiso político y social de izquierdas. Se pueden fijar sus precursores en las canciones sindicalistas y partidistas de finales del siglo XIX, e incluso en los himnos de las revoluciones liberales. Uno de sus grandes precursores fue el sindicalista Joe Hill, quien sería condenado a muerte y ejecutado en 1915. Más inmediatas son las canciones populares de la Guerra Civil Española (algunas de las cuales serían luego recuperadas por cantautores y grupos de punk y ska) y las canciones francesas de la Resistencia durante la II Guerra Mundial.

Si bien puede hablarse de precursores como Joe Hill, la canción protesta como tal nace entre la década de los 40 y de los 50 en distintos países: en Estados Unidos, con Pete Seeger, Woody Guthrie, Leadbelly o Mavina Reynolds; en Latinoamérica, con Violeta Parra, Víctor Jara, Atahualpa Yupanqui, Alí Primera; y en Francia, con Edith Piaff, Georges Brassens y Jacques Brel entre otros. Esta canción protesta tomará como base en muchas ocasiones formas musicales del folclore tradicional, haciendo algunos de estos artistas, como Violeta Parra, trabajos de investigación, recopilación y difusión de músicas tradicionales y populares. Pero es en los años 60-70 donde alcanza mayor difusión y repercusión.

Mercedes Sosa comenzó a cantar en una época, en la que el tango de Buenos Aires, que era la música popular por excelencia, estaba siendo alcanzado en popularidad por la música de raíz folklórica, característica de las provincias, en un fenómeno que es conocido como el boom del folklore, producido de la mano de la industrialización del país y la migración de millones de personas del campo a las ciudades y de las provincias hacia Buenos Aires. Este proceso conllevaba transformaciones étnicas y culturales en la población que diferían de las que produjera la inmigración mayoritariamente europea que se produjo entre 1850 y 1930.

No hay comentarios:

Publicar un comentario