jueves, 28 de octubre de 2010

CARLOS CANO

José Carlos Cano Fernández (Granada, 28 de enero de 1946 - 19 de diciembre de 2000), conocido artísticamente como Carlos Cano, fue un cantautor y poeta andaluz que recuperó estilos tradicionales andaluces relativamente olvidados como el trovo popular, y muy especialmente la copla andaluza, la que recuperó para contemporáneizarla librándola de su apropiación por el franquismo.

Su versatilidad como compositor, capaz de escribir cuecas, tangos, boleros, rumbas, sambas, nanas, coplas, murgas carnavaleras o temas intimistas acompañado por tan sólo su voz y su guitarra o por una orquesta, unida a la calidad y emotividad de sus textos, hacen de Cano un personaje destacado dentro del panorama musical español. Entre sus temas más conocidos caben destacar Verde, blanca y verde, María la Portuguesa, La murga de los currelantes, Tango de las madres locas, Que desespero, Habaneras de Cádiz, Un vaso de té verde o La metamorfosis.



HOMENAJE DE RITMO RANCIO A CARLOS CANO

Declama Elena Martín Vivaldi, poetisa granadina en su libro, Materia de esperanza

“Hay voces en la tierra
Recorriendo esperanzas.”

Por una extraña magia esas voces comunican de corazón a corazón, y hay cantores que son capaces de pulsar fibras emocionales dentro de nosotros por el poder de su sentimiento hecho música.

El sonido hondo y oscuro de Carlos Cano nos ha abierto zonas cálidas tan próximas al estremecimiento, que se fue convirtiendo poco a poco en una presencia familiar y única. Despojó a la canción española de tantos atavismos pero mantuvo ese especial modo de contar sus historias, con una emoción que tendemos a asociar con la Andalucía mítica.

Todo es posible en Granada, en Andalucía, rezan los eslóganes al uso, y esto es verdad porque son lugares construidos de sueños. Por eso, los que mejor la cantaron fueron músicos que no la conocían (Debussy, Lara…). Pero algo hay allí que forma parte de ti y que encuentras en las canciones de Carlos.Cano. Es un camino que recorre lo sublime con la humildad de alguien del pueblo, que canta experiencias sencillas y las hace universales. Que encuentra la belleza escondida en los gestos cotidianos: el adiós de un pañuelo, una muchacha se asoma a un balcón, un beso…García Lorca, Camarón, León y Quiroga transitaron también por ese camino, cada cual abriendo su surco y a su paso.

Cuando Carlos Cano calló, su silencio dolía porque sin él podíamos olvidar esos territorios que presentimos a la luz de su pasión.

Los cantores son heraldos de la vida
Su silencio despoja a la vida de sus colores más brillantes
Cuando alguien se va se lleva con él parte de nosotros
Cuando un hombre muere, mueren todos los hombres.

Luis López Sánchez

Ritmo Rancio, para aliviar ese silencio y a modo de humilde homenaje, les invita a escuchar la canción: “Habanera para Carlos Cano”

Caen tristes silencios sobre la nieve
de tu despedida en la estación
donde parten los trenes que nunca vuelven
donde quedó callada tu honda voz.

 

Va contigo el recuerdo de tanta gente
que sentía contigo cada canción
y rompen el vacío que siempre dejan
los hombres tan cabales al decir adiós.

 

Y lloran desde Cádiz hasta la Habana
los barcos que traen y llevan tu corazón,
que se mueven, con el vaivén, de las habaneras,
que llevan, siempre tu nombre, junto al timón.

 

Se quiebra un pasodoble con voz de hombre,
En el río de tu pecho un disparo sonó,
Y callan todas sus murgas los currelantes,
mientras frente al Veleta se pone el sol.
 
Ay, llega el silencio
Ay, del corazón,
Y nos queda el eco,
Que no se apaga, de tu canción





Segunda parte: Cortesia de Ritmo Rancio