viernes, 20 de mayo de 2016

CUIDDADO CON LOS QUE TIENEN PERROS


LOS GATOS BRAVOS


HOLA DESPUES DE UN AÑO

AL SON DE LAS ONDAS MARCIALES DE LA MARCHA RADETZKY REGRESAMOS DESPUES DE UN AÑO DE AUSENCIA, RENOVADOS, CON NUEVAS IDEAS Y A SEGUIR DISFRUTANDO DE LAS MEJORES COMPOSICIONES DEL MUNDO DE LA MUSICA, GRACIAS A TODOS POR SU APOYO.

RADETZKY


LOS VALSES MAS HEMOSOS DEL MUNDO


LO MEJOR DE RUDY LASCALA


GRANDES MUJERES CANTANTES


martes, 20 de mayo de 2014

DE REGRESO

HOLA: ESTAMOS DE REGRESO DESPUES DE UNAS VACACIONES A LA FUERZA, TRAEMOS NUEVA TEMPORADA DE MUSICA DE LOS MEJORES GUSTOS Y DE ESTA MANERA UN HOMENAJE A QUIENES YA NO ESTAN CON NOSOTROS.

lunes, 21 de mayo de 2012

LUIS MARQUETTI

Luis Marquetti Marquetti nació en Alquízar, La Habana el 24 de agosto de 1901, quien comenzó su carrera autoral en 1941. El 28 de marzo de ese año quedaba registrada la canción-bolero ‘’A ti madrecita mía’’, estrenada en la Escuela Primaria Número 1 de Alquízar por su discípula Orlaida Vidal y difundida radialmente poco después en la voz de quien, años antes, también había sido alumno suyo, el intérprete de música popular, Juanito Garro.

Historia de su Tema Deuda

En la mañana del 5 de febrero de 1945, Luis Marquetti entró al Negociado de Registros y Archivos del Ministerio de Educación, lugar donde por aquella época se solicitaba la inscripción de obras musicales previamente estrenadas. En sus manos llevaba la parte de piano de un bolero creado poco antes por él.
Luego relataría cómo le llegó la inspiración: "Surgió en un minuto, mientras escuchaba una composición romántica en el radio. Caí en un estado anímico que me hizo sacar del bolsillo el lápiz que siempre llevaba. Hice la letra y tarareé la melodía a Reglita, mi ahijada, a quien le gustó mucho. Después vio la letra mi hermano Israel".
En 1993, el propio Israel testimonió al programa Te quedarás, de la televisión cubana: "Recuerdo una ocasión en que nosotros preparábamos la ornamentación de un local para una fiesta escolar (...) Se apareció Luis y le dijo a otro hermano que había llegado: ‘Qué te parece...’, y le dio una cuartilla. El hermano lo leyó, releyó y le dijo: ‘Esto va a ser un hit’".
Lo dicho se refería a Deuda. No se equivocó.
Orlando Vallejo, con la Orquesta Ideal de Joseíto Valdés, estrenaría “Deuda” en una Sociedad de Instrucción y Recreo para negros y mestizos de Alquízar, el Centro San Agustín. Fue tal la acogida que fue necesaria su repetición aquella noche y su inclusión en el repertorio de quienes la estrenaron.
Llegó al gran público en la voz de Pedro Vargas. Cómo la incluyó dentro de una producción de la RCA Víctor lo narró Gustavo, Chavo, otro hermano del autor: "Por entonces andaba Luis algo entristecido, de emisora en emisora, tratando de que sus composiciones fueran divulgadas y una mañana, acompañado por mí, llegó a Radio Cadena Suaritos".
Puso en manos del dueño de la emisora una partitura de piano. Mientras esta era examinada se abrió una puerta y entró Pedro Vargas. Observó el texto y lo elogió. Escuchó su melodía quedando muy complacido. Quiso saber si Luis vivía en La Habana. Al conocer la distancia que mediaba entre Alquízar y la capital, lo lamentó comentando que al día siguiente viajaría a Nueva York.
Esto no impidió para que se comprometiera a estrenar el número en su presentación de esa noche y de esta manera quedara grabada en la emisora, como era costumbre de Suaritos, quien las identificaba para que fuesen de su uso exclusivo.
Regresa a Alquízar sin decir nada a nadie. En la noche Luis fue a la sala de la casa. Se sentó junto al radio. Les pidió a Aida, su esposa y a sus hijos Mercedes y Pablito, que le acompañaran. Todos preguntaban por qué. Sintonizada la emisora e identificado el programa, presentaron al intérprete. Aquella sala se convirtió en algo tremendo cuando se anunció la interpretación de Deuda. Todos se besaron y abrazaron.
El locutor trasmitió: “ ¡Atención Alquízar! ¡Atención Alquízar!, al compositor Luis Marquetti que se presente mañana a las ocho de la mañana en esta emisora’. Todos nos preguntábamos para qué. Al día siguiente recibimos una nueva sorpresa. Vargas había preparado el contrato en que se formalizaba el compromiso de grabar Deuda para la RCA Víctor en Nueva York."
A la de Pedro Vargas siguió también en Nueva York y para el mismo sello discográfico la de Octavio Mendoza, Cuso, con la orquesta de José Morand. De esos días son el disco de Dinorah Nápoles y el del Conjunto de Arsenio Rodríguez que le introdujo el montuno de Tonta, todo en la vida se paga. La Editora PEER International, al incluirla en su catálogo, la entregó a Wifredo Fernández. Hoy sus versiones pasan de 30.
Deuda se transformó en uno de los más difundidos boleros cubanos. Viajó a diferentes latitudes en voces de intérpretes foráneos que en nuestra tierra encontraron plaza acogedora. Por los años 50, el venezolano Alfredo Sadel, la incluyó en su repertorio y al interpretarla por primera vez en un abarrotado teatro expresó: "De un compositor cubano muy querido, Luis Marquetti...". Y comenzó a cantarla. El boricua Bobby Capó, en mayo de 1952, rompió las barreras discriminatorias que pretendía imponer el circuito CMQ, en ese momento el más importante del país, que no difundía al autor alquizareño por el color de su piel. Capó debía actuar y hacer grabaciones para la firma disquera SEECO, de Nueva York le incluyó Deuda en su primera presentación. Un empresario de la radioemisora manifestó su inconformidad. El intérprete reaccionó vigorosamente y condicionó su actuación a la inclusión de dicho bolero.
La firme posición obligó al empresario a incluirla en el espacio, aunque sin reflejarla en el reporte oficial. A la protesta del boricua, se unió la de Sol Pinelli, quien rechazó la propuesta empresarial; finalmente, Deuda ocupó el merecido lugar en el programa. De ello testimonió Marquetti a Eduardo Rosillo en entrevista que se reprodujo en la radio como homenaje póstumo.
En el cine, conservan su memoria la producción mexicana Sueños de Gloria, interpretada por Luis Aguilar, y el filme cubano María Antonia, en la voz de Daysi Granados.
Hoy existen grabaciones, bien realizadas por sellos fonográficos o por emisoras radiales que pasan de 30 versiones, entre las cuales resaltan las del Conjunto los Bocucos, los tríos San Juan y Los Embajadores, Gina León e Hilda Gorría acompañadas por el Conjunto Caney, Roberto Sánchez a dúo con Fernando Álvarez, el Conjunto Tropicuba, el venezolano Oscar Santana, Antonio Machín y el ecuatoriano Julio Jaramillo.
En los últimos años, Deuda ha sido grabada por el boricua Cheo Feliciano; y refrescando la versión sonera creada por Arsenio Rodríguez, se incluyó en un CD de Buena Vista Social Club, esta vez en la voz de Ibrahim Ferrer.

El éxito de su tema Deuda

Tras el éxito con esta pieza, el maestro alquizareño y su obra continuaron ascendiendo peldaños. Vinieron nuevos títulos verdaderamente antológicos. “Entre espumas”, “Me robaste la vida”, “Este desengaño”, “Trago amargo”, “Allí donde tú sabes”, “Amor qué malo eres y otros”. Es Deuda una obra emblemática en la vida de su autor, la que le abrió las puertas de la eternidad. La versión que a mi juicio mayor difusión ha tenido, aquella en que Roberto Faz, secundado por el Conjunto Casino –y que quizás llevamos en la mente o alguna vez la hayamos tratado de interpretar–, fue la que rompió el impresionante silencio reinante en la tarde de su sepelio. Deuda sigue tan vigente como siempre, al recordarla, también recordamos a quien la creó.

Muerte

Fallece el 30 de julio de 1991.

martes, 29 de noviembre de 2011

LILIA VERA

ISMAEL SERRANO

CACO SENANTE

MILTON NASCIMENTO

VINICIUS DE MORAES

SIMONE

SILVIO RODRIGUEZ

JAVIER RUIBAL

PABLO MILANES

Pablo Milanés nació en la ciudad de Bayamo (capital de la provincia de Granma), Cuba. Estudió música en el conservatorio municipal de La Habana.

En sus comienzos estuvo muy influenciado por la música tradicional cubana y por el feeling (sentimiento en idioma Español). El feeling es un estilo musical que se inició en Cuba en los años cuarenta y suponía una nueva manera de afrontar la canción, donde el sentimiento definía la interpretación y estaba influenciado por las corrientes estadounidenses de la canción romántica y del jazz. El feeling se acompañaba de una guitarra, al estilo de los viejos trovadores pero enriquecido por armonizaciones jazzísticas. Así se establecía esta nueva forma de comunicación o "feeling" con el público.

Como intérprete, Pablo Milanés se incorporó posteriormente al cuarteto Los Bucaneros, con quienes colaboró en sus primeros trabajos. También probó suerte como solista ocasional, diversificando de esta manera sus experiencias que más tarde le llevarían a trabajar en solitario. En 1965 Pablo Milanés publica Mis 22 años, considerada por muchos el nexo de unión entre el feeling y la Nueva Trova Cubana, incluyendo nuevos elementos musicales y vocales que serían precursores de la música cubana que vendría después. La colaboración con Los Bucaneros alcanza hasta 1966.

En 1967 se incorpora al servicio militar obligatorio. Era la época de la guerra de Vietnam y Pablo Milanés comienza a tomar partido por las causas sociales, surgiendo en sus temas la preocupación por lo que le rodea. En 1968, Milanés ofrece su primer concierto con Silvio Rodríguez en la Casa de las Américas. Ésta sería la primera muestra de lo que más tarde, en 1972, surgiría como el movimiento musical popular de la Nueva Trova. En ese mismo lugar conocería a los miembros de la élite cultural y musical de otros países americanos con los que compartía sus preocupaciones sociales.

Violeta Parra, Mercedes Sosa, Daniel Viglietti, Chico Buarque, Simone, Vinícius de Moraes, Milton Nascimento, Víctor Jara entre otros muchos, pasaron por la Casa de las Américas en aquella época.

Como compositor, Pablo Milanés ha tocado diversos estilos, entre ellos el son cubano y la canción protesta a finales de los sesenta. Ha pertenecido al Grupo de Experimentación Sonora y ha compuesto temas para el cine. A través del GESICAIC, tanto Pablo Milanés como otros destacados músicos cubanos, incluyendo a Silvio Rodríguez, participan en un taller creativo donde se formaba a jóvenes talentos cinematográficos cubanos enseñándoles lo mejor de la música cubana, que posteriormente quedaría plasmado en una generación de cineastas que fundían a la perfección música y cine.

Esta etapa de Pablo Milanés abarca desde finales de los sesenta hasta mediados de los setenta, y va repleta de temas del artista: Yo no te pido, Los años mozos, Cuba va, Hoy la vi, Yolanda, No me pidas, Los caminos, Pobre del cantor, Hombre que vas creciendo, Yo pisaré las calles nuevamente, y otras.

A principio de los años ochenta, Pablo Milanés forma su propio grupo, con la colaboración de varios amigos que estuvieron con él en el GESICAIC. Esta etapa se caracteriza por la riqueza de los recursos musicales utilizados y por la variedad de los géneros entremezclados, aunque sus contenidos siguen teniendo un fuerte trasfondo social. Un álbum importante en la vida de Pablo Milanés fue el titulado Querido Pablo, un disco homenaje grabado con algunos de sus grandes amigos, y en el que participan gente de la talla de Víctor Manuel y Ana Belén, Luis Eduardo Aute y Mercedes Sosa, entre muchos otros. Este disco tuvo una secuela en 2001, que llevaba el título de Pablo Querido. Veinte años después, un buen puñado de artistas se vuelven a reunir para cantar al son de Pablo Milanés. En esta ocasión, además de amigos "clásicos" de Pablo, se unen artistas de la nueva música pop, como Fher (el cantante del grupo mexicano de rock Maná), Marco Antonio Muñiz o Armando Manzanero.

En 2005 compone una parte de la banda sonora de la película Siempre Habana dirigida por Ángel Peláez. De entre sus muchas canciones, son especialmente famosas: Yolanda, Yo me quedo, Amo a esta isla y El breve espacio en que no estás, Para vivir y Cuánto gané, cuánto perdí


NIDIA CARO