TENDERETE

El programa Tenderete de TVE en Canarias se ha convertido en todo un clásico dentro de la programación televisiva, después de algo más de tres décadas recogiendo las diversas variantes de cantos y bailes de todo el Archipiélago, apoyando las nuevas maneras de expresión y los notables cambios del folclore.

Con una historia casi tan vieja como la propia televisión en Canarias, más de trescientas horas de grabación y una divulgación por 87 países a través del Canal Internacional de Televisión Española, cuenta con la consideración de público y crítica como auténtica ventana de difusión de viejas y nuevas maneras de entender y transmitir la música canaria.

Música y canciones, nacidas del vivo latido popular, que TVE en Canarias ha sabido enseñar, transmitiendo la particular manera de ser y sentir de los canarios.

El éxito del primer Tenderete, impulsado por Fernando Díaz Cutillas, Nanino fue rotundo. El impacto y la significación cultural y social que supuso su aparición en la víspera de las fiestas del Pino, en 1971, no sólo hizo historia sino que no ha tenido equivalente en todo el desarrollo de la televisión en Canarias. Junto a figuras consagradas de la música folclórica canaria debutaron promesas e intérpretes de la música popular sudamericana.

Tras un año escaso de programación se interrumpe para reanudarse el verano de 1973 con sólo diez programas. Sin embargo, esta primera andadura de Tenderete había marcado un antes y un después en la música folklórica y popular canaria. El interés por los aspectos meramente musicales había dado paso a una preocupación por la recuperación de las señas de identidad contenidas en el patrimonio cultural popular, y a este decisivo paso de recuperación y vitalidad había contribuido el programa. Se había iniciado un verdadero renacimiento del interés por la cultura popular. Había arrancado una labor de rescate y difusión de lo autóctono y tradicional y se había sumado la aparición de nuevos intérpretes que no sólo difundieron la música tradicional, sino que avanzaron con su trabajo creativo y renovador.

El 1983, a los diez años de su desaparición, el programa vuelve a antena. Con el asesoramiento de Pepe Dámaso, se ubicó un plató en un espacio de la Feria del Atlántico que siempre se quedó pequeño. Volvió con el mismo carácter espontáneo y desenfadado y, sobre todo, con la intención de contribuir desde el medio televisivo a la promoción y difusión de folklore y la canción canaria.