martes, 4 de mayo de 2010

FRANCK

César-Auguste-Jean-Guillaume-Hubert Franck (Lieja, 10 de diciembre de 1822 – París, 8 de noviembre de 1890). Compositor y organista francés de origen belga.

El conservatorio de esta ciudad no permitía el acceso de extranjeros, por lo que tuvo que solicitar la nacionalidad francesa. Durante la espera, César estuvo bajo la tutela de dos excelentes profesores, Zimmermann y Reicha, los cuales le auguraron un gran futuro. Obtenida la nacionalidad, César ingresó en el Conservatorio de París el 4 de octubre de 1837, a los catorce años. Concienzudo y minucioso, supo obtener un galardón cada año.
Los éxitos le abrieron nuevos horizontes, permitiéndole dar nuevos conciertos. A partir de ese momento, su padre se convirtió en su empresario, obligándole a componer una obra tras otra que le permitiesen actuar en público. De 1837 a 1844 la historia de César Franck es la de las decisiones tomadas por su progenitor, quien logró introducirlo en los salones de los constructores de pianos Pape y Erard y en diversos círculos privados. Nicolas Joseph llegaría al extremo de sacar a sus hijos del conservatorio, donde, en su opinión, perdían el tiempo.
En 1846, y con 24 años, César Franck, que hasta entonces se había sometido sin oposición alguna a los deseos de su padre, se rebela de pronto contra él. Desde hacía dos meses el joven compositor daba clases en un pensionado de París. Entre sus alumnas había una que atraía visiblemente su interés: Eugénie-Félicité Jaillot-Desmousseaux, hija de unos actores de la Comédie Française.
César discute violentamente con su padre y abandona el hogar familiar para instalarse en la rue Blanche, muy cerca de los Desmousseaux. Contra la voluntad paterna, el 22 de febrero de 1848 César Franck contrae matrimonio con Félicité; para llegar a la iglesia, los novios tienen que sortear las barricadas que la revolución había levantado en París.
Comienzan así los años oscuros. Durante veinte años, el músico llevaría una vida de pequeño burgués en la que los problemas del vivir cotidiano eran los únicos acontecimientos. Cada año, cinco o seis conciertos en Orleans como «pianista acompañante» servían para apuntalar su precaria economía. Era una existencia ahogada entre el peso de la lucha incesante por sobrevivir y la dedicación a la familia: cuatro hijos nacidos entre 1848 y 1853, dos de los cuales morirían a temprana edad. Fue la de César Franck durante esos años una vida apagada y sin brillo, en la que compuso muy pocas obras y, prácticamente, ninguna de especial importancia.
Un inesperado acontecimiento iba a transfigurar esa vida gris. En 1853, su amigo el abbé Dancel le ofrece el puesto de organista en su iglesia de Saint-Jean y Saint-François du Marais y pone a su disposición un excelente y moderno órgano, uno de los primeros instrumento construidos por Cavaillé-Coll.

Iglesia de Santa Clotilde, donde Franck fue organista 42 años.En 1858 Franck cambia de destino, convirtiéndose en organista de la iglesia de Sainte-Clotilde, dotada también de un magnífico Cavaillé-Coll. Franck se sentaría ante este instrumento excepcional hasta el fin de sus días. En él interpretaría, el 17 de noviembre de 1864, su compendio de Seis piezas para órgano, obra que significó el despertar de la música organística en Francia.

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