domingo, 14 de marzo de 2010

EL XILOFONO

El xilófono (pronunciado /si'lofono/) es un instrumento musical de percusión, y su origen remonta al siglo XVIII. Cada lámina se afina según un tono específico (nota musical) de la escala cromática. Como se puede afirmar, se trata de un laminófono de sonido determinado. El orden de las láminas es similar al orden del teclado de piano.

El xilófono utiliza tanto la técnica de tambor afinable como la avanzada de mazos. El xilófono tiene un tono más vivo que su primo, la marimba, y las notas se sostienen menos. Los xilófonos modernos incluyen láminas de percusión cortas. Un xilófono con un registro más bajo que el registro de la marimba se llama "xilorimba".

El xilófono posee una gran relevancia en un número de piezas clásicas. Algunas de las más conocidas son la Danse macabre (1874) compuesta por Camille Saint-Saëns y «Fósiles» de Carnival of the Animals (1886) del mismo compositor. También se puede escuchar en la Sinfonía Nº. 6 de Gustav Mahler.

Didáctica musical

Cuando el xilófono está destinado para aplicar el método Orff se montan en una caja acústica de madera de forma rectangular. Usualmente hay tres tipos: bajo, alto y soprano, con una escala y media cada uno. Como su nombre indica, se montan láminas de madera (xilo) preferentemente de palosanto.

Sirve para percusión, los hay de madera, de pizarra y sobre todo los hay de metal. El recurso más utilizado para el xilófono es el trémolo, que se obtiene percutiendo alternativamente con ambas baquetas sobre una misma lámina. El xilófono requiere un gran virtuosismo por parte del percusionista. Su técnica actual es muy compleja y precisa de un gran especialista. Su papel en la actual orquesta no es el de ofrecer un toque exótico a la obra, sino que es un timbre independiente y muy importante dentro del desarrollo orquestal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario